ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL CONCEPTO DE PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL
El patrimonio inmaterial y patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también otras formas de expresión, heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como pueden ser, las tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, gastronomía, conocimientos y técnicas vinculados a la artesanía tradicional, etc.
Son hechos o situaciones que siempre han existido, pero sólo recientemente se reconocen como bienes patrimoniales.
Todos somos conscientes de la existencia de una realidad que va más allá de las cosas materiales, pero los aspectos inmateriales que configuran nuestro tipo de vida, pueden ser a veces, difíciles de mostrar.
Por tanto, este patrimonio inmaterial y cultural, que se transmite de generación en generación, debe ser identificado, para poder mantenerlo vivo, y seguir transmitiéndolo.
Aquellas comunidades que cuidan su patrimonio inmaterial, infunden un sentimiento de identidad y continuidad, que contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.
La cultura patrimonial desde una estrategia turística
las ciudades de interior en especial aquellas que tienen como Córdoba, un gran patrimonio monumental, también patrimonio inmaterial, han ido escalando posiciones para diversificar la oferta turística.
Historia, arte, cultura, festividades, gastronomía y costumbres, son los reclamos de mayor incidencia del sector del llamado “Turismo Cultural”.
Por otra parte, las calles del casco histórico de Córdoba, las casas y monumentos, representan el mito de la ciudad como reducto vivo de la historia, que nos recuerda constantemente el pasado.
Sin duda aquello que nos hace ser singulares en nuestro entorno son precisamente estos recursos turísticos que debemos proteger con especial cuidado.
Concretamente en Córdoba sucede una paradoja anual, en la festividad de los patios, donde la población local, ejerce de turista durante quince días, en su propia ciudad.
El concepto del patio
Bajo una perspectiva urbana el patio tradicional de Córdoba es un vacío o espacio libre, acotado por los muros de la vivienda que lo configuran.
Es inconcebible pues el patio sin casa, como lo es también de forma progresiva, la calle o la plaza, sin agrupación de casas y por ende tampoco el tejido urbano, lo sería de la ciudad.
Esto da idea de todo lo que no decimos cuando nos referimos al patio solo como un elemento singular sin penetrar en su complejidad.
Si estas consideraciones se hicieran desde una perspectiva, social o histórica, sería todavía más incongruente, ya que la ciudad histórica es la suma de las culturas superpuestas que la han habitado a través de siglos en unas condiciones de vida determinadas.
Estas observaciones, poco tienen que ver con el tratamiento habitual que se ha promovido desde las propias instituciones con respecto a las casas –patio. Por citar un ejemplo ilustrativo, las condiciones que pedían hace pocos años, las bases del Concurso Municipal de Patios Cordobeses, a efectos de participación decían así: Se define como patio toda dependencia que formando parte de una vivienda o conjunto de ellas, está al descubierto.
No entrando a formar parte del patio las galerías no sujetas a visita, ni las galerías cerradas mediante obra o acristalamiento, los cuartos de pilas, cocinas, ni demás habitaciones anexas.
Generalmente se asume que el patio es una constante en la arquitectura tradicional cordobesa y pieza fundamental, en torno a la cual, se estructura la edificación y se organiza la vida de la casa, y ejemplo práctico de la perfecta adaptación a las condiciones climáticas del medio.
Planteamiento del proyecto de tematización.
Entendemos que hay margen de sobra, para ofrecer otras miradas sobre la vida en los patios, es más creemos que está pendiente una reflexión mayor sobre estos históricos recintos. A nosotros siempre nos gusta más hablar de la casa- patio, como definición de lugar.
El proyecto de tematización, por tanto, nace con la voluntad de profundizar en el conocimiento cultural de estas casas patio, desde un punto de vista antropológico, basándonos para ello en la representación de las formas de vida, usos y costumbres populares que han transcendido en el tiempo también como patrimonio inmaterial y han evolucionado paralelamente a las mismas casas, formando parte fundamental de la identidad de sus habitantes.
Este proyecto sin duda viene a incrementar el valor patrimonial y la apreciación del visitante, de un bien cultural de la ciudad como son los patios, declarados por La UNESCO Patrimonio Inmaterial De La Humanidad en 2012 y se solapa perfectamente, porque trata de sumar precisamente en el concepto de patrimonio inmaterial.
Como pueden imaginarse, abordar un proyecto de estas características, obliga sin remedio a profundizar, en una búsqueda minuciosa desde diferentes niveles, del conocimiento para establecer un discurso unitario, que recoja, organice y seleccione el extenso material de todo tipo, como: (textos, documentos, fotografías, utensilios, etc.). Para obtener una imagen de conjunto lo más cercana, completa y real posible, que a la vez capte la atención del espectador y sirva como vehículo para transitar por un espacio reconocible para algunas generaciones, que permita vincular nuestro pasado con nuestro futuro a través del presente.
La etapa temporal donde situamos nuestra narración expositiva, se encaja entre el final del siglo XIX, y mediados del siglo XX aproximadamente. Aunque hay muchos elementos y formas de uso de la colección, que pertenecen a etapas históricas más remotas.
En esta casa patio de San Basilio 40, se ha concentrado la primera tematización correspondiente, que consiste analizar la cocina de la casa popular, desde diferentes perspectivas. Desde la cocina como espacio doméstico, a las dificultades para el control del fuego, pasando por la evolución de las cocinas hasta el siglo XX, y la historia y origen de los útiles y cacharros tradicionales de la cocina Cordobesa.
Luis Celorio
Coleccionista, experto en etnografía y coordinador y
responsable de la tematización de los Patios de San Basilio